Un domingo apocalíptico

Los antecedentes a este extraño domingo son los siguientes: Humber y yo teníamos una hermosa gatita blanco y negro (como silvestre) llamada Mia que un día hace tres meses decidió irse, después llego Lina de pelaje multicolor y simpáticos cachetes; hace unos días un vecino me dijo que Mia estaba viviendo en la casa amarilla de al lado y que ya la habían visto queriendo entrar al edificio pero no se dejaba cargar por nadie dejando como saldo algunos vecinos rasguñados. Así llegamos hasta este domingo 13 de enero: en la mañana humber y yo nos percatamos de que nuestra querida Lina se había ido, ya iba yo a hacer un drama pero me detuvo la sensación de que Lina si iba a volver, decidí salir a buscarla y toqué el timbre en la famosa casa amarilla de al lado, pregunté por Mia y me dijeron que efectivamente iba ahí todas las mañanas a comer, les dejé mis datos para que me llamaran cuando se apareciera la señorita y en ese momento nos dimos cuenta de que los actuales habitantes de la casa amarilla vivían antes que nosotros en el departamento en el que vivimos humber y yo, brutal coincidencia, ya en la noche de pronto nos llamaron para decir que Mia estaba ahí, asi que fuimos corriendo, cuando llegamos se había metido a un cuarto lleno y cuando digo lleno es que de verdad estaba lleno de triques humberto se metió y la estuvo buscando un rato largo, ya casi nos habíamos dado por vencidos estábamos platicando con la vecina en el patio cuando de pronto volteamos a la ventana del cuarto, sentí la panza como cuando te avientas de la montaña rusa o cuando pasas por encima del viaducto, era ella, asi que decidimos que entrara yo y sin hacer ruido para no asustarla la llamará en quedito, pasó un ratito hasta que por fin salió, de ahí en adelante todo fue muy rápido, la cargué, la saqué del cuartito y se la pase a Humber, ella empezó a llorar muy fuerte y a rasguñar porque cabe resaltar que afuera estaba Fedra, la gata de la casa, gorda y consentida al acecho de la pobre Mia...finalmente, después de un escandalo considerable Mia llegó a su antiguo hogar, al principio seguía maullando mucho pero poco a poco se fue acordando de sus juegos, de sus viejos lugares, se comío un plato entero de croquetas...yo estaba felíz y conmovida de ver de nuevo a mi Mia pero ya con carita de gata grande pero al mismo tiempo extrañaba a mi Lina... a eso de las 2 de la mañana de pronto empiezo a escuchar unos maullidos en el patio, con ese tono agudito que conozco perfecto, era Lina, quien fue heróicamente rescatada una vez más por mi Humber...asi que ahora tenemos dos gatitas en la casa, que felicidad.... ellas no están tan felices, nuestro máximo avance de acercamiento es este




Si alguién conoce una técnica maravillosa para que dos gatas se lleven bien rapidamente se lo agradeceré infinitamente.